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Publicación profesional sin fines de lucro, orientada a difundir la historia aeronáutica de Chile, tanto militar como civil. Complementariamente a tratar temas afines tales como; armamento aéreo, aviónica, conmemoraciones, anécdotas, etc.

sábado, 14 de diciembre de 2013

2014 AÑO DE IMPORTANTES EFEMÉRIDES AERONÁUTICAS.


ORÍGENES DEL ACTUAL MUSEO NACIONAL AERONÁUTICO Y DEL ESPACIO DE CHILE.

70 AÑOS DESDE SU CREACIÓN (1944-2014).

Por Danilo Villarroel Canga.


El actual Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio de Chile fue creado oficialmente mediante Decreto Supremo N° 486 del 13 de julio de 1944. En ese entonces su denominación fue la de Museo de Aviación, siendo orgánicamente dependiente, igual que la Sección Aeromodelismo y la Escuela de Vuelo a Vela, del Departamento IV de la Dirección de Aeronáutica. Este Departamento IV estaba bajo la dirección del capitán de Bandada Enrique Flores A. y su ubicación era Catedral N° 2092, en el mismo edificio donde se había trasladado recientemente la Dirección de Aeronáutica.

Fue por esta misma razón que el propio capitán Flores es nombrado Director de este Museo, oficial de reconocido prestigio entre sus pares y un destacado instructor de vuelo, tanto dentro de la FACh como en el ámbito de los Clubes Aéreos. Además, para esa fecha Flores ya había publicado sus dos primeros volúmenes de la "Historia de la Aviación en Chile", en los cuales abarcó los acontecimientos históricos acaecidos entre los años 1913 y 1925, hecho significativo que sin duda alguna, lo hizo justo merecedor del cargo del Director del naciente Museo de Aviación.

Sin embargo, es de interés mencionar que en 1925 ya se pensaba en proteger diferentes elementos aeronáuticos dados de baja (motores, estanques, hélices, etc.) los cuales tenían como destino el remate público. Ese año, el entonces Director de la Escuela Militar de Aeronáutica, capitán Federico Barahona Walton, el mismo que en 1922 acompañara al capitán Aracena en el raid a Rio de Janeiro, estaba empeñado en la habilitación de una Sala de Modelos para la instrucción de diferentes materias y que a la vez sirviera como Museo Aeronáutico. Por tal motivo, solicitó apoyo al Comando de la Maestranza y Parque Central, apelando al deterioro que sufrían día a día diferentes elementos de interés histórico-aeronáutico, y que además luego de su baja eran rematados, perdiéndose así los últimos vestigios de los orígenes de nuestra aviación. Esta gestión permitió el retiro de algunos materiales dados de baja, tales como; un motor Gnome de 25 Hp., motores Anzani de 30, 50 y 100 Hp., un motor Salmson de 80 Hp., varios estanques y otros elementos para armar un carro Bleriot. Paralelamente, y comprendiendo la importancia de esta iniciativa, el mecánico Miguel Cabezas S. donó un avión pingüino con motor Viale de su propiedad, e igual cosa realizó el aviador Clodomiro Figueroa P. con un Bleriot de 50 Hp.

A pesar de lo anterior, era necesario obtener otros elementos que estaban almacenados, lo cual debía contar con la autorización del Director General de Aeronáutica, teniente coronel Marmaduque Grove Vallejos, para poder ser entregados a la Escuela y utilizados para esta noble finalidad.

Fue así, que mediante oficio fechado el 27 de abril de 1925, el visionario capitán Barahona resuelto a lograr sus objetivos, solicitó al teniente coronel Grove variados materiales para el Museo y la Sala de Modelos, dentro de los cuales se encontraban; motores Anzani, SPA, Mercedes, Renault, Puma, Le Rhone, Viper, además de otros elementos como lanza bombas, torrecillas para ametrallador, hélices, tableros de instrumentos, ametralladoras y diferentes tipos de bombas.

No sabemos si todos estos elementos le fueron suministrados al capitán Barahona, pero si podemos inferir que desde tiempos remotos, tal como hoy, han habido entusiastas de nuestro patrimonio histórico-aeronáutico y, que esta iniciativa olvidada en las páginas del tiempo, sin duda está contribuyendo a que hoy en día el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio, mediante una permanente y eficiente gestión, se esté proyectando como uno de los mejores en su clase en Latinoamérica.

Continuando con la génesis del actual Museo, luego de inaugurarse oficialmente en 1944, se vivieron tiempos de incertidumbre y estancamiento, tanto así que en 1952 fue trasladado a las dependencias de la Dirección de Aeronáutica en Alameda N° 1452, para posteriormente ubicarse en el ex Museo Histórico de calle Miraflores N° 50, locación que lo albergó hasta 1958. Finalmente, por razones de índole administrativas, toda su colección y documentación debió ser guardada, entre los años 1958 a 1965, en dependencias de la Escuela de Especialidades de la FACh,

Nuevos aires trajeron su reactivación en el Pabellón París ubicado en Quinta Normal, oportunidad en que su permanencia se extendió entre los años 1965 y 1991, hasta que finalmente el 9 de marzo de 1992, sus nuevas instalaciones fueron inauguradas en su actual ubicación de la comuna de Los Cerrillos. Este nuevo y moderno emplazamiento, obra proyectada por el arquitecto Fernando Torres Arancibia, se debe a la persistente voluntad del coronel de aviación Mario Jahn B., quien gracias al enorme compromiso adquirido por el Comandante en Jefe de la FACh General del Aire Fernando Matthei A. y su Estado Mayor, pudo obtener los fondos necesarios para realizar esta magna obra en tiempos difíciles.

El imponente edificio central, construido en metalistería con reminiscencia de Art Nouveau, estilo contemporáneo a la época del nacimiento de la aviación en Chile, muestra parte de su colección de aeronaves originales y réplicas. Además, cuenta con salas de exhibición orientadas al sueño de volar, y otra denominada Precursores de la Aeronáutica Nacional, que rinde homenaje a los personajes más destacados de la aviación civil y militar chilena. Todo lo anterior rodeado de variopintos jardines y arboledas que se destacan en la zona en el cual está emplazado.

Es en esta etapa, que el Museo de Aviación amplía sus responsabilidades, pues mediante Decreto Supremo N° 800 de octubre de 1995, se le asigna el nombre de Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio de Chile.

A contar de esa fecha, son numeroso los objetos, documentos y aeronaves históricas que se han ido incorporando a sus colecciones, tanto así que el día de hoy cuenta con cerca de un centenar de aeronaves, de las cuales 35 han sido declaradas Monumento Nacional.

Debemos señalar que durante sus diversas épocas de funcionamiento, ha sido dirigido por entusiastas y comprometidos aviadores. Los Directores que han estado a cargo de esta importante institución histórico-cultural desde su fundación son los siguientes: CDA Enrique Flores Álvarez, CE Leopoldo Tacchi Cavagnaro, GBA Eleodoro Calderón Loyola, CDA Mario Jahn Barrera, CDA Sergio Molina Correa (interino), y en la actualidad, el GDA Ricardo Gutiérrez Alfaro.

Para todos ellos vaya este sencillo reconocimiento de quienes nos sentimos comprometidos con nuestra historia aeronáutica, y con sus numerosos y heroicos hitos logrados por los caballeros y damas del aire.

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